Reseña y Crítica de la Serie "Trigonometry" (2020, Temporada 1)
"Trigonometry" es una serie británica que ha capturado la atención del público con su enfoque fresco y sincero sobre las relaciones modernas. Creada por el dúo de guionistas y directores, Aisling Bea y el colectivo de producción que ha sabido plasmar en pantalla las complejidades del amor y la convivencia, la serie se adentra en la vida de dos parejas que, a través de la convivencia y la intimidad, exploran los límites de sus relaciones.
La historia gira en torno a dos personajes, Gemma (interpretada por la talentosa Jessica Barden) y Kieran (el carismático Alex Lawther), quienes, tras enfrentar dificultades económicas, deciden compartir su hogar con un nuevo inquilino, el enigmático y atractivo Ray (interpretado por el cautivador Taz Skylar). Lo que comienza como una simple convivencia pronto se convierte en un entramado emocional que desafía las normas tradicionales de las relaciones románticas y de amistad.
Desde el primer episodio, "Trigonometry" establece un tono íntimo y reflexivo. La cinematografía es exquisita, con una paleta de colores suaves que complementa la atmósfera melancólica y encantadora de la serie. Cada cuadro está cuidadosamente compuesto, lo que permite al espectador sumergirse en la vida cotidiana de los personajes. La dirección logra capturar momentos de vulnerabilidad y ternura que resuenan profundamente, haciendo que la audiencia sienta la tensión y la conexión entre los protagonistas.
Uno de los aspectos más destacados de la serie es su guion. Los diálogos son ingeniosos y naturales, lo que permite que los personajes se sientan auténticos y tridimensionales. A medida que avanza la trama, se exploran temas como la sexualidad, la amistad, los celos y la búsqueda de la identidad, todos presentados con una sensibilidad que es a la vez conmovedora y provocativa. La química entre los actores es palpable, lo que eleva aún más el drama emocional de la historia.
Sin embargo, "Trigonometry" no está exenta de críticas. Algunos espectadores pueden encontrar que el ritmo de la narrativa es un tanto lento, especialmente en los episodios intermedios, donde se profundiza en las dinámicas de los personajes. Además, la serie podría haberse beneficiado de un mayor desarrollo de algunos personajes secundarios, quienes, aunque interesantes, a menudo quedan relegados a un segundo plano.
A pesar de estas pequeñas fallas, "Trigonometry" logra ofrecer una exploración honesta y profunda de las relaciones modernas, desafiando las convenciones y invitando a la reflexión. La serie se siente como un susurro íntimo sobre el amor y la conexión humana en un mundo que a menudo parece desconectado.
En conclusión, "Trigonometry" es una joya que merece ser vista. Con su mezcla de drama, romance y humor sutil, se presenta como una exploración provocativa de las complejidades de la vida amorosa moderna. Sin duda, una serie que dejará a los espectadores reflexionando sobre sus propias relaciones y la naturaleza del amor en sus múltiples formas.