Reseña y Crítica: "Soy un Asesino" - Temporada 3 (2018)
La serie "Soy un Asesino" ha capturado la atención del público desde su primera temporada, y la tercera entrega, lanzada en 2018, no es la excepción. Este documental de crímenes verdaderos nos sumerge en la mente de los criminales más notorios de México, ofreciendo una visión cruda y desgarradora de sus historias, motivaciones y consecuencias.
En esta tercera temporada, los realizadores continúan explorando la complejidad del crimen y la justicia, presentando una variedad de casos que van desde asesinatos planificados meticulosamente hasta crímenes impulsivos. Cada episodio se centra en un nuevo asesino, brindando una perspectiva única y personal sobre sus vidas antes y después de los crímenes. La narrativa se enriquece con entrevistas a familiares, expertos en criminología y, por supuesto, a los propios convictos, quienes revelan sus pensamientos y emociones a través de un relato íntimo y, a menudo, perturbador.
Uno de los aspectos más destacados de esta temporada es el enfoque en la psicología detrás del crimen. A través de un análisis profundo de las circunstancias que llevaron a cada protagonista a cometer actos tan atroces, los productores logran humanizar, en cierta medida, a estos individuos. Sin embargo, esto también plantea preguntas éticas sobre la glorificación del crimen y la responsabilidad moral de la sociedad en su conjunto.
Visualmente, la serie mantiene su estilo característico: una combinación de entrevistas directas, dramatizaciones sutiles y paisajes urbanos que añaden contexto a cada historia. La cinematografía es efectiva, utilizando una paleta de colores sombríos que refleja la gravedad de los temas tratados. La música de fondo, a menudo inquietante, complementa la tensión de los relatos, manteniendo al espectador en un estado de alerta constante.
Sin embargo, la serie no está exenta de críticas. Algunos argumentan que "Soy un Asesino" podría caer en la trampa de la explotación, presentando a los asesinos como figuras casi románticas en lugar de concentrarse en el sufrimiento de las víctimas y sus familias. Esta tensión entre la fascinación por el crimen y el respeto por las vidas destruidas es un tema recurrente que la serie debe manejar con cuidado.
En conclusión, la tercera temporada de "Soy un Asesino" continúa la tradición de la serie de ofrecer una mirada sin filtros a la vida de los criminales, al tiempo que invita a la reflexión sobre la naturaleza del mal y la sociedad que lo rodea. A pesar de sus controversias, la serie sigue siendo un estudio cautivador y desgarrador que, sin duda, dejará una huella en aquellos que se atrevan a adentrarse en sus episodios. Con su combinación de tensión, profundidad psicológica y un enfoque audaz, "Soy un Asesino" se reafirma como un referente en el género de crímenes verdaderos.