Reseña y Crítica de la Temporada 2 de "Ragnarok" (2020)
"Ragnarok", la serie noruega de Netflix que combina mitología nórdica con problemas contemporáneos, regresó con su segunda temporada, y las expectativas eran altas después del intrigante cierre de la primera. Esta entrega continúa la historia de Magne, un adolescente que descubre su conexión con el dios Thor y su lucha contra las fuerzas del mal encarnadas en la familia Jutul, un grupo de poderosos industrialistas que representan la amenaza del cambio climático y la corrupción.
La temporada 2 se adentra más en el desarrollo de los personajes, especialmente en la evolución de Magne y sus amigos. El protagonista, interpretado por David Stakston, muestra un crecimiento notable, enfrentando no solo a los Jutul, sino también a sus propios demonios internos. La relación entre Magne y Laurits, su hermano, se vuelve más compleja, destacando la lucha entre el deber familiar y el deseo de hacer lo correcto.
Uno de los puntos fuertes de esta temporada es la forma en que entrelaza la mitología nórdica con problemas sociales actuales. La serie no teme abordar temas como el cambio climático, la avaricia empresarial y la lucha por la justicia social, lo que la convierte en una reflexión pertinente sobre el mundo actual. La tensión entre la naturaleza y el desarrollo industrial se siente palpable, haciendo que el espectador se cuestione su propia relación con el medio ambiente.
Visualmente, "Ragnarok" sigue siendo impresionante. La cinematografía capta la belleza de los paisajes noruegos, y las secuencias de acción son emocionantes y bien coreografiadas. Las representaciones de los poderes sobrenaturales de Magne son creativas y logran un buen equilibrio entre lo épico y lo íntimo.
Sin embargo, la temporada no está exenta de defectos. Algunos personajes secundarios, aunque interesantes, no reciben el desarrollo que merecen, lo que deja ciertos arcos argumentales sintiéndose apresurados o inconclusos. Además, en ocasiones, el ritmo puede ser irregular, con episodios que se sienten más como un estiramiento de la trama que como avances significativos.
A pesar de estos inconvenientes, "Ragnarok" logra capturar la atención del espectador con su mezcla de drama, acción y mitología. La temporada 2 se siente como un paso adelante en la construcción de un universo narrativo rico y atractivo, dejando a los fans con ganas de más. El cliffhanger del final promete un futuro emocionante, lleno de conflictos y descubrimientos que seguramente mantendrán a la audiencia enganchada.
En conclusión, la segunda temporada de "Ragnarok" ofrece una mezcla intrigante de mitología y actualidad, con personajes en desarrollo y una estética cautivadora. Aunque tiene sus fallos, la serie se mantiene fiel a su esencia y ofrece un entretenimiento que invita a la reflexión. Sin duda, es un viaje que vale la pena emprender.