Reseña de "Physical" - Temporada 2 (2021)
"Physical", la serie de Apple TV+ que combina comedia oscura y drama, ha regresado con su segunda temporada, ofreciendo una mirada aún más profunda y compleja a las luchas internas de Sheila Rubin, interpretada magistralmente por Rose Byrne. La primera temporada ya había establecido las bases de la lucha de Sheila contra sus demonios personales en el contexto de la cultura de los años 80, y la segunda temporada expande esa narrativa con una audaz exploración de la autoaceptación, la feminidad y el poder de la imagen corporal.
Desde el primer episodio de la segunda temporada, queda claro que Sheila ha evolucionado. Tras haber encontrado una nueva dirección en su vida a través del mundo del aerobics, la serie profundiza en las tensiones entre su deseo de éxito y su lucha interna con la autoestima. A medida que Sheila se convierte en una figura prominente en la escena del fitness, se enfrenta a la presión de mantener una imagen que, a menudo, no refleja su verdadera esencia. La dualidad de su vida, como madre, esposa y empresaria, se convierte en el eje central de una narrativa que es tan entretenida como reflexiva.
La dirección de la serie, a cargo de Craig Gillespie, logra equilibrar momentos de comedia sutil con situaciones profundamente emocionales. La estética de los años 80, que se había convertido en una de las características distintivas de la serie, sigue siendo un deleite visual, con una paleta de colores vibrantes y un diseño de producción que transporta al espectador a una época de excesos y liberación. La banda sonora, llena de clásicos de la época, complementa perfectamente la narrativa, creando una atmósfera nostálgica que resuena con el público.
Uno de los puntos fuertes de esta temporada es el desarrollo de personajes secundarios. La evolución de personajes como Greta (Della Saba) y el esposo de Sheila, Danny (Rory Scovel), aporta nuevas capas a la historia. Greta, en particular, se convierte en un pilar de apoyo y un reflejo de las propias inseguridades de Sheila, mientras que la relación de Sheila y Danny se enfrenta a nuevos desafíos que ponen a prueba su amor y compromiso.
Sin embargo, la serie no está exenta de críticas. Algunos espectadores podrían sentir que la trama se vuelve repetitiva en ciertos puntos, con Sheila cayendo nuevamente en patrones de autodestrucción. Aunque esto puede ser una representación realista de las luchas con la salud mental, en ocasiones puede resultar frustrante para quienes esperan un desarrollo más lineal y positivo.
En conclusión, la segunda temporada de "Physical" sigue siendo un viaje fascinante a través de la mente de una mujer que lucha por encontrar su lugar en un mundo que constantemente le dice que no es suficiente. Con actuaciones sólidas, una dirección creativa y una narrativa que invita a la reflexión, la serie se consolida como un comentario agudo sobre la imagen corporal y la autoaceptación en un contexto cultural que aún resuena hoy en día. Esperamos con ansias la próxima temporada, ansiosos por ver cómo continuará la lucha de Sheila y qué nuevas revelaciones nos ofrecerá.