Reseña y Crítica de "Los 100" - Temporada 2
"Los 100", la serie post-apocalíptica basada en las novelas de Kass Morgan, regresó en 2014 con su segunda temporada, consolidándose como un fenómeno de culto entre los aficionados a la ciencia ficción. La trama continúa explorando las complejidades de la supervivencia, la moralidad y la naturaleza humana en un mundo devastado por una guerra nuclear.
En esta temporada, los guionistas logran profundizar en los dilemas éticos que enfrentan los jóvenes sobrevivientes, liderados por Clarke Griffin (Eliza Taylor). Tras los eventos impactantes de la primera temporada, el grupo se encuentra dividido entre la necesidad de sobrevivir y el deseo de formar alianzas, aunque esto a menudo implique comprometer sus principios. El conflicto con los habitantes de la Tierra, los "Grounders", se intensifica, y el espectador es llevado a cuestionar quiénes son realmente los villanos en esta lucha por el poder y la supervivencia.
Uno de los puntos destacados de la temporada es la evolución de los personajes. Clarke se convierte en una líder más decidida y calculadora, enfrentando decisiones difíciles que no solo afectan a su grupo, sino también a las tribus de Grounders. La serie no rehuye las consecuencias de sus elecciones; a menudo, lo que parece ser una solución rápida termina teniendo repercusiones devastadoras. Este enfoque añade una capa de realismo a la narrativa, haciendo que los espectadores se cuestionen su propia moralidad en situaciones extremas.
El desarrollo de personajes secundarios, como Bellamy (Bob Morley) y Octavia (Marie Avgeropoulos), también se profundiza, mostrando cómo el trauma y la experiencia forjan su carácter. La relación entre los personajes se vuelve más compleja, lo que añade tensión emocional y drama a la historia. La serie logra equilibrar las subtramas románticas con la acción y el suspenso, manteniendo el interés del espectador.
Visualmente, la segunda temporada es un festín para los sentidos. La cinematografía captura la belleza y la brutalidad del paisaje post-apocalíptico, y los efectos especiales son notables, especialmente en las escenas de acción. La producción ha mejorado significativamente desde la primera temporada, reflejando un mayor presupuesto y una visión artística más ambiciosa.
Sin embargo, no todo es perfecto. Algunas críticas se han dirigido hacia el ritmo de la temporada, que a veces parece apresurado, especialmente en el desenlace. Además, ciertos giros argumentales pueden parecer predecibles para los espectadores más experimentados en el género. A pesar de esto, la serie logra mantener su esencia y atraer a nuevos seguidores, gracias a su enfoque audaz y a los dilemas morales que presenta.
En resumen, la segunda temporada de "Los 100" es un viaje emocionante y emocional que amplía el universo de la serie y profundiza en sus temas centrales. Con un elenco sólido y una narrativa intrigante, se establece como una de las mejores temporadas de la serie, dejando a los espectadores ansiosos por más. Con su mezcla de acción, drama y dilemas morales, "Los 100" sigue siendo un referente en la televisión juvenil y un imprescindible para los amantes de la ciencia ficción.