Reseña y Crítica de "Lo que hacemos en las sombras" - Temporada 3 (2019)
"Lo que hacemos en las sombras", la serie basada en la película homónima de Taika Waititi y Jemaine Clement, ha logrado consolidarse como una de las comedias más ingeniosas y originales de la televisión contemporánea. La tercera temporada, estrenada en 2021, continúa la historia de los vampiros que habitan en Staten Island, presentando una mezcla perfecta de humor absurdo, situaciones ridículas y una crítica mordaz a la vida moderna.
Desde el inicio de la tercera temporada, el espectador es recibido con la misma frescura que caracteriza a la serie. Nos reencontramos con Nandor, Laszlo, Nadja y Guillermo, cuyas dinámicas siguen evolucionando, pero siempre envueltas en un aura de hilaridad. La trama se centra en las consecuencias de los eventos de la temporada anterior, donde Guillermo, el familiar humano de Nandor, comienza a descubrir su potencial como cazador de vampiros, lo que añade una nueva capa de tensión y comedia a la narrativa.
Uno de los puntos fuertes de esta temporada es la exploración de las relaciones entre los personajes. La química entre ellos se siente más vibrante que nunca, con momentos que van desde lo entrañable hasta lo completamente absurdo. La relación entre Laszlo y Nadja es particularmente destacable, con su dinámica de amor y rivalidad que proporciona algunos de los momentos más cómicos. Además, la presencia de nuevos personajes, como la competencia de vampiros y la introducción de la comunidad mágica, expande el universo de la serie de manera efectiva, ofreciendo nuevas tramas que mantienen el interés del espectador.
El humor de "Lo que hacemos en las sombras" sigue siendo su mayor atractivo. La serie se acerca a la comedia de una manera única, combinando elementos de lo sobrenatural con situaciones cotidianas. La forma en que los vampiros interactúan con el mundo moderno es una fuente inagotable de risas. Las referencias culturales y los guiños a la historia del cine de terror están presentes, pero nunca se sienten forzados; al contrario, enriquecen la experiencia del espectador.
No obstante, la temporada no está exenta de altibajos. Algunos episodios pueden parecer un poco más flojos en comparación con otros, lo que a veces puede romper el ritmo de la narrativa. Sin embargo, estos momentos son rápidamente compensados por episodios memorables que se quedan en la mente del espectador mucho después de haber terminado.
Visualmente, la serie sigue manteniendo su estética distintiva, con una dirección que logra equilibrar el humor con el horror de manera excepcional. La producción es impecable y los efectos especiales, aunque modestos, cumplen con su función sin distraer de la historia.
En conclusión, la tercera temporada de "Lo que hacemos en las sombras" reafirma el estatus de la serie como una de las mejores comedias actuales. Con un guion inteligente, personajes entrañables y un humor que desafía las convenciones, esta temporada es un regalo para los fans y una excelente puerta de entrada para quienes aún no han tenido el placer de disfrutarla. Si buscas una serie que te haga reír a carcajadas mientras exploras un mundo de vampiros absurdos y situaciones delirantes, definitivamente no puedes perderte esta joya.