Reseña de "La maldición de Bly Manor" (2020)
"La maldición de Bly Manor", la segunda entrega de la antología de terror creada por Mike Flanagan, es una obra que desafía las convenciones del género. Aunque se presenta como una historia de fantasmas, es mucho más que eso; es una exploración profunda del amor, la pérdida y la redención, todo enmarcado en un ambiente gótico y envolvente.
La serie, que se inspira libremente en la novela "El turno de la tuerca" de Henry James, se ambienta en una mansión victoriana en el campo inglés, donde la joven au pair, Dani Clayton (interpretada por Victoria Pedretti), es contratada para cuidar a dos niños huérfanos. Desde el inicio, la atmósfera de Bly Manor es inquietante, con sus largos pasillos y secretos oscuros. Sin embargo, lo que realmente destaca es cómo la narrativa va más allá del terror superficial para adentrarse en el terreno emocional.
Uno de los puntos fuertes de "La maldición de Bly Manor" es su desarrollo de personajes. Cada uno de ellos tiene su propia historia y traumas que los definen, lo que permite al espectador conectar con ellos en un nivel más profundo. La relación entre Dani y Jamie (interpretada por Amelia Eve) es especialmente conmovedora, lo que añade una capa de complejidad a la narrativa. La serie no teme abordar temas como la identidad, el amor no correspondido y la lucha contra los fantasmas del pasado, tanto literales como metafóricos.
Visualmente, Bly Manor es un festín para los ojos. La cinematografía es impresionante, con una paleta de colores que evoca la melancolía y la nostalgia. La dirección de Flanagan logra crear momentos de tensión que, aunque no siempre se resuelven en sustos, mantienen al espectador al borde de su asiento. La música también juega un papel fundamental, contribuyendo a la atmósfera etérea y melancólica de la serie.
Sin embargo, "La maldición de Bly Manor" no es perfecta. Algunos críticos argumentan que el ritmo es desigual, especialmente en los episodios intermedios, donde la trama puede parecer estancarse. Además, aquellos que buscan un horror más convencional pueden sentirse decepcionados, ya que la serie prioriza la narrativa emocional sobre los sustos.
A pesar de sus fallos, "La maldición de Bly Manor" es una serie que se atreve a ser diferente. Su enfoque en el amor y la pérdida, en lugar de solo el terror, la convierte en una experiencia memorable que resonará con muchos. Flanagan ha demostrado una vez más su habilidad para contar historias que son tanto escalofriantes como profundamente humanas. En resumen, "La maldición de Bly Manor" es una hermosa, aunque a veces inquietante, meditación sobre lo que significa amar y perder, un relato que permanecerá con el espectador mucho después de que se apaguen las luces.