House Temporada 7

6		Politiqueo
10		Palo o zanahoria
16		Vuelta a empezar
18		La excavación
20		Cambios

Reseña y Crítica de "House" - Temporada 7 (2004)

"House", la emblemática serie médica creada por David Shore, ha mantenido a los espectadores cautivados desde su estreno en 2004. La séptima temporada, que se emitió entre 2010 y 2011, no solo continúa con la fórmula que ha hecho famosa a la serie —un brillante pero problemático Dr. Gregory House, interpretado magistralmente por Hugh Laurie—, sino que también se adentra en nuevas profundidades emocionales y narrativas que expanden la complejidad de sus personajes.

Uno de los aspectos más destacados de esta temporada es la evolución de las relaciones interpersonales, especialmente entre House y su colega y amor platónico, la Dra. Lisa Cuddy (Lisa Edelstein). La temporada comienza con un enfoque en la relación tumultuosa entre ambos, que finalmente se convierte en un punto central de la trama. La química entre Laurie y Edelstein es palpable, y sus interacciones aportan tanto tensión como momentos de ternura que equilibran el tono generalmente oscuro de la serie. Sin embargo, las decisiones que toman ambos personajes en sus vidas personales generan controversia, lo que provoca que algunos fanáticos cuestionen la dirección en la que se lleva la trama.

La narrativa de la séptima temporada también se sumerge más en los demonios internos de House. A medida que lucha con su adicción a los analgésicos y las consecuencias de sus acciones, el espectador es testigo de un personaje que, a pesar de su brillantez, se siente cada vez más aislado. Esto se ve reflejado en episodios como "Now What?", donde la exploración de la salud mental y la recuperación se convierte en un tema central. La serie, a través de su protagonista, plantea preguntas difíciles sobre la redención y el costo del genio.

Los casos médicos, que siempre han sido el corazón de "House", siguen siendo intrigantes y desafiantes, presentando dilemas éticos y diagnósticos complejos que mantienen a los espectadores al borde de sus asientos. La introducción de nuevos personajes, como la Dra. Jessica Adams (Odette Annable), aporta frescura y nuevas dinámicas al equipo, aunque algunos fanáticos pueden sentir nostalgia por la ausencia de miembros anteriores del equipo como Foreman (Omar Epps) y Chase (Jesse Spencer) en el enfoque central.

Visualmente, la serie sigue siendo impactante, con su estilo distintivo que combina la crudeza del entorno hospitalario con momentos de ingenio visual. La dirección y la cinematografía continúan elevando la narrativa, haciendo que incluso los episodios más tranquilos sean visualmente atractivos.

Sin embargo, no todo en la séptima temporada es perfecto. Algunos críticos sostienen que la serie comienza a depender demasiado de los arcos de relaciones personales en detrimento de los casos médicos, lo que podría alienar a los espectadores que buscan más de la esencia original de "House". Además, el final de la temporada, aunque dramático, deja a algunos con un sabor agridulce, sugiriendo que la serie se acerca a un punto crítico en su evolución.

En resumen, la séptima temporada de "House" es una exploración profunda y a menudo dolorosa de la condición humana a través de la lente de la medicina. Con actuaciones sobresalientes, tramas intrigantes y un enfoque renovado en las relaciones interpersonales, esta temporada ofrece tanto momentos de brillantez como de reflexión. A medida que la serie avanza hacia su desenlace, queda claro que "House" no solo es una serie sobre medicina, sino también sobre la lucha constante entre la genialidad y la humanidad.