Reseña y Crítica de "All Rise" - Temporada 1
“All Rise”, la serie dramática judicial que debutó en 2019, trae una fresca perspectiva al mundo de los tribunales, centrándose en la vida de la jueza Lola Carmichael, interpretada por Simone Missick. Con un enfoque en la justicia, la ética y las complejidades del sistema judicial, la serie se convierte en una plataforma para explorar temas sociales relevantes, mientras mantiene un tono accesible y entretenido.
Desde el primer episodio, “All Rise” establece su compromiso con la diversidad y la inclusión, presentando un elenco variado que refleja la realidad de la sociedad estadounidense. La protagonista, Lola, es una jueza recién nombrada que se enfrenta no solo a los desafíos del sistema judicial, sino también a los prejuicios y estereotipos que a menudo afectan a las mujeres y a las personas de color en posiciones de autoridad. La habilidad de Missick para equilibrar la seriedad de su trabajo con un toque de humor y humanidad es uno de los puntos más destacados de la serie.
La narrativa se desarrolla en el moderno tribunal de Los Ángeles, donde cada episodio presenta casos distintos que, aunque ficticios, resuenan con problemas sociales reales, desde la brutalidad policial hasta la reforma de la justicia penal. Esto permite que “All Rise” no solo entretenga, sino también eduque al público sobre las complejidades del sistema judicial y sus implicaciones en la vida cotidiana de las personas.
Sin embargo, la serie no está exenta de críticas. A pesar de sus buenas intenciones, algunos episodios caen en clichés y tramas predecibles que pueden hacer que el espectador se sienta desconectado en ciertos momentos. Además, algunos personajes secundarios, aunque prometedores, no reciben el desarrollo necesario, lo que provoca que se sientan un poco planos en comparación con la profundidad de Lola.
La química entre los personajes es otro aspecto digno de mención. La relación entre Lola y su asistente, Emily (interpretada por Jessica Camacho), brinda momentos de ternura y camaradería que enriquecen la narrativa. La dinámica entre el fiscal y el defensor también aporta un aire de realismo a las interacciones en la corte, aunque a veces se siente un poco forzada.
En resumen, “All Rise” es una serie que, a pesar de sus defectos, logra capturar la atención del público con su enfoque en la justicia y la lucha por la equidad. La actuación de Simone Missick, junto con temas contemporáneos, hace que esta serie valga la pena ver. La temporada 1 establece una base sólida para futuras historias y personajes, y deja al espectador con ganas de más, esperando que la serie pueda superar sus altibajos y seguir explorando los matices del sistema judicial en sus próximas temporadas.