Titulo Original: Disenchantment
2018 28minEl deber reclama a Bean, pero su mente está centrada en el alcohol. La princesa desobediente irrita al rey y provoca el desorden junto a sus compañeros, un demonio y un elfo.
Director: Matt Groening
Género: Acción,Animación,Aventura,C. Ficción
Actores: Abbi Jacobson,Lucy Montgomery,Nat Faxon,Tress MacNeille,Matt Berry
Reseña y Crítica de (Des)encanto (2018)
*(Des)encanto*, la serie creada por Matt Groening, conocido por su trabajo en *Los Simpson* y *Futurama*, debutó en Netflix en agosto de 2018, ofreciendo a los espectadores una mezcla de fantasía, humor oscuro y una crítica social mordaz. La serie se ambienta en el reino de Dreamland, un lugar lleno de criaturas fantásticas, príncipes y hechiceros, pero también de problemas contemporáneos que resuenan con la sociedad actual.
La trama sigue las desventuras de Bean, una princesa rebelde y alcohólica que se resiste a las expectativas de su papel en la corte. Acompañada por su compañero elfo Elfo y un demonio llamado Luci, Bean navega por un mundo lleno de magia y absurdos, mientras busca su propio camino y cuestiona el propósito de su vida. La dinámica entre estos tres personajes es uno de los puntos fuertes de la serie, ya que cada uno aporta su propia perspectiva, creando un trío encantador y disfuncional.
Uno de los aspectos más destacados de *(Des)encanto* es su estilo visual. La animación es vibrante y rica en detalles, con un diseño de personajes que recuerda a las obras anteriores de Groening, pero con un toque fresco y distintivo. Los paisajes de Dreamland son coloridos y están llenos de vida, lo que contrasta con las temáticas más oscuras que la serie aborda.
Desde la perspectiva de la narrativa, *(Des)encanto* desafía las normas de las historias de fantasía tradicionales. En lugar de presentar un viaje heroico típico, la serie se centra en la autodescubrimiento y la búsqueda de identidad. Bean no es la típica princesa que necesita ser salvada; es una mujer que lucha contra las expectativas y busca su propia voz en un mundo lleno de locura. Este enfoque ofrece una crítica sutil pero efectiva sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la lucha por la autonomía personal.
Sin embargo, la serie no está exenta de críticas. Algunos espectadores han señalado que el humor de *(Des)encanto* puede ser inconsistente, con momentos que a veces se sienten forzados o poco originales. Aunque el tono oscuro y sarcástico es característico de Groening, hay episodios en los que la comedia se desvía hacia lo absurdo sin lograr la profundidad emocional que se espera de una historia que trata temas tan complejos.
A pesar de estos altibajos, *(Des)encanto* ha logrado construir un universo atractivo que invita a la reflexión. La serie se adentra en la lucha interna de sus personajes y los dilemas morales que enfrentan, lo que la convierte en una obra que, aunque a menudo divertida, también ofrece momentos de introspección.
En conclusión, *(Des)encanto* es una serie que desafía las convenciones de la fantasía y presenta una perspectiva moderna sobre los cuentos clásicos. Con personajes memorables, una animación cautivadora y un enfoque en la autoexploración, la serie ha encontrado su lugar en el corazón de muchos espectadores. A medida que avanza la trama, queda claro que la verdadera magia no reside solo en el reino de Dreamland, sino en la búsqueda de uno mismo y en la aceptación de nuestras imperfecciones.